Memoria: Nada fue como recordamos

Nada es como recordamos.

No ya por tu inherente visión parcial y subjetiva de lo que te rodea, sino porque el recuerdo que creaste una vez no deja de diluirse con el paso del tiempo y lo que es peor: Cambia sin que te des cuenta en función de tus experiencias presentes.

Vamos, que tu presente modela y retoca tu pasado. ¿Te cuesta creerlo? Este post de interesa.

Al aprendizaje se llega a través de la reiteración, de la práctica o del ensayo y error, como ya vimos aquí. A fuerza de repetir algo puedes llegar a memorizarlo, pero también habrás comprobado que los grandes hitos de tu vida están marcados a fuego en tu cerebro y los recuerdas a pesar de que solo pasaron una vez. 

Estas dos formas de meter algo en tu cabeza funcionan porque trabajan diferentes memorias: Corto plazo, medio plazo y largo plazo. Todas ellas son diferentes, valen para cosas distintas y se graban con mecanismos diversos. 

Corto plazo

La memoria a corto plazo es la que te permite recordar un número de teléfono al dictado el tiempo justo para buscar un papel y anotarlo. A los cinco minutos habrás olvidado el número. Tiene un fuerte componente visual y reiterativo.

Medio plazo

La memoria a medio plazo te permite capear los exámenes. A fuerza de empollar las cosas, repasando una y otra vez los términos, se quedarán ahí el tiempo justo para reproducirlos mañana en el examen. Todavía recordarás lo importante de la lección un mes después, pero es probable que el próximo semestre hayas olvidado la mayoría de los datos memorizados. 

Largo plazo

La memoria a largo plazo recuerda tu infancia, tus grandes momentos, tus cambios vitales, tus penas y alegrías más vívidas, tus datos fundamentales y los conceptos que te han marcado y que has incorporado de verdad a tu vida. 

¿Qué hace diferente a la memoria a largo plazo? ¿Por qué esta permanece y las otras dos no? Porque los recuerdos están vinculados a una fuerte emoción. 

La emoción en el recuerdo

Esta es una de las claves. Cuando chapas para un examen, todo es plano. Lees y tratas de recordar, pero tu estado anímico no sufre alteraciones significativas. Sin embargo, si al salir de casa cruzas la calle, un autobús pega un frenazo, está a punto de atropellarte, ves pasar tu vida por delante y te salvas por milímetros, lo que se dice un hito con fuerte componente emocional (sentirás pánico), el recuerdo se fijará y probablemente lo recordarás toda tu vida: Porque ha sido signiticativo y lo ha sido gracias a la emoción que has experimentado. 

Más ejemplos. Piensa en algo que hayas incorporado a tu cerebro de tus años en la escuela, instituto, facultad... Algo que verderamente te haya quedado, un concepto, una historia, un personaje... Siempre hay algo que se queda grabado y uno incorpora a su bagaje. ¿Por qué ocurre esto? Piénsalo bien: Seguro que esto se ha quedado porque en el momento en que lo descubriste, por un profesor, un libro, una película, cualquier medio, da igual... En el momento del descubrimiento experimentaste un sentimiento diferente, algo hizo "clic" dentro de ti y pensaste: "¡Qué chulo!" o "¡claro!" o "¡es verdad!". 

El recuerdo de aquel aprendizaje ha pasado a la memoria a largo plazo porque en su descubrimiento se vinculó a una emoción, probablemente porque en el momento de su incorporación significó algo para ti. 

¿Una evidencia más del vínculo emoción/recuerdo? Aquella canción o aquel olor que, al percibirlos, automáticamente te llevan al recuerdo de una época pasada, en la que tal fragancia o música significó algo y se incorporó a la memoria junto a aquel sentimiento o aquella etapa vital.

Fijar, recordar e imaginar

Todo esto ocurre porque las áreas cerebrales que gestionan memoria y emoción se conectan en tres tareas básicas: Crear recuerdos, rememorar recuerdos e imaginar futuribles. 

-Cuando creas un recuerdo nuevo, los datos recién incorporados a la memoria a corto plazo se ligan a la emoción intensa vivida en ese momento y de esta forma se fijan en el archivo de la memoria a largo plazo. 

-Cuando recuerdas un suceso vivido, buscas los datos en el archivador cerebral de largo plazo y rescatas del área emocional el sentimiento asociado al recuerdo: Por eso te sientes triste al recordar un suceso pasado trágico o alegre si el hecho fue positivo.

-Cuando piensas en un futuro posible, lo imaginas en base a tus recuerdos y las emociones vividas asociadas a ellos: De ahí que si tus experiencias pasadas han sido fundamentalmente negativas tiendas a ver un futuro negro y viceversa, aunque nada objetivamente justifique que algo vaya a ir mal porque todo hasta ahora te ha ido así. Ni a la inversa, claro.

El recuerdo muta

El sistema de archivo que liga recuerdo y emoción está muy bien porque permite ampliar la duración de los datos en tu cerebro, pero vincular tus archivos a las emociones tiene un precio: Esos recuerdos almacenados cambian, mutan, se moldean y se distorsionan debido a la interacción con tus sentimientos presentes. 

La Persistencia de la Memoria, es endeble, como pintó Dalí;)

El caso paradigmático es la máxima de que "todo tiempo pasado fue mejor". ¿Por qué? Porque, normalmente, tu cerebro irá descartando las emociones negativas vinculadas a un recuerdo según avance el tiempo. De esta forma  tiendes a recordar que cualquier época pasada de tu vida fue más feliz para tí que la presente. Se trata de un mecanismo evolutivo y adaptativo para hacer más soportable tu existencia;) pero es rematadamente falaz. De hecho, trata de pensar un poco más en aquella época feliz: ¿De verdad no tenías problemas? ¿Nada te preocupaba? 

Las emociones presentes, además, tienden a suplantar las pasadas y, así, se alteran los recuerdos, con especial incidencia sobre los más antiguos y débiles. Tus nuevas vivencias, igualmente, tienden a corregir, "mejorar" y "actualizar" los recuerdos anteriores, porque a la vista de tus nuevas experiencias y vivencias, con el paso de los años, tienes una visión más amplia y un entendimiento mayor de lo que te rodea. Estos nuevos datos que se suman a tus conocimientos pasados son un peligro a la hora de recordar lo que ocurrió hace tiempo, porque lo hacen cambiar a la vista de tus nuevos descubrimientos. De hecho, hay casos, nada infrecuentes y bastante bien estudiados, en los que los sujetos de experimentanción, personas de la calle como tú y como yo, están convencidas de haber vivido algo que en realidad, nunca ocurrió. Esto da vértigo, pero es así: En tu memoria hay episodios mal fijados, mal recordados, corregidos, cambiados, superpuestos, influenciados, sobreestimados e incluso, rematadamente falsos.