Aprendizaje: Puentear neuronas

Qué pasa en tu cerebro cuando aprendes algo? ¿Se puede aprender a cualquier edad?

¿Es posible aprender cualquier cosa, incluso imaginándonos haciendo algo en lugar de hacerlo de verdad? ¿Cuál es la mejor forma de aprender?


¿Por qué olvidamos y cómo puede volver a aprenderse?  Pasa y lo vemos


¿Desde cuándo aprendes? Desde el mismo momento en que naces. ¿Cuándo dejas de aprender? Cuando te mueres. Tal cual. 

Como seguramente sabrás, por lo repetido, un niño aprende mejor que un mayor. ¿Hay algo de cierto en ello? Pues sí. Ahora bien, no lo hay en aquello de "yo ya soy demasiado mayor para aprender eso".

Aprendemos a aprender
Cuando un bebé nace, su cerebro viene muy cableado, pero muy poco conectado. Eso es: Nunca tendrás tantas neuronas (células o unidades básicas del sistema nervioso, cuyo funcionamiento puedes repasar aquí) como entonces, porque durante tu vida morirán cada día muchas más de las que puedas reponer, pero estas no sirven de mucho si no están enchufadas entre sí. Y las de un recién nacido vienen esencialmente así: "Sueltas";)

Neuronas, con su axones o "cables" y dendritas receptoras en forma de estrella


Pues eso. Durante los siguientes meses y años, el cerebro del bebé trabajará a destajo para puentear neuronas: Conectar los axones de unas con las dendritas de otras, es decir, empalmar extremos de estos cables sueltos. 

Imagen reveladora: Si tienes un bebé a mano en la familia fíjate en su evolución.

 Probablemente tendrá algún juguete colgado de su cuna. Las primeras semanas el pobre no podrá ni hacerle caso, pero, de pronto, comenzará a intentar alcanzarlo con las manos... Y no podrá. 

El bebé lanzará sus pequeños brazos en pos del citado objeto colgante, pero sus manos parecerán las de un borrachillo: No darán con él. Pero seguirá intentándolo: Está APRENDIENDO. El juego, aparentemente trivial, es un reflejo de su enorme actividad cerebral. Con cada brazada se conectan neuronas entre sí. Algunas conexiones no valen, porque el movimiento errático no lo acerca al objetivo. Esas conexiones que no sirven, pronto dejarán de usarse y la falta de actividad neuronal por estos circuitos eléctricos terminarán soltando las uniones no útiles. Sin embargo, hay otras que codifican movimientos que sí lo acercan al objeto: Con algunos determinados movimientos, logra tocar e incluso coger el juguete. Esas conexiones exitosas serán usadas las próximas veces que se enfrente a un reto similar (coger un objeto), por lo que no solo no desaparecerán, sino que se reforzarán para, finalmente, afianzarse con nuevas neuronas y protegerse con un "cubrecables" proteico que convertirán la conexión, cada vez más gorda, en un embrollo de cables neuronales perpetuo, un circuito eléctrico que el impulso nervioso recorrerá cada vez que el niño o el adulto necesite asir algo en su vida. 

El día en el que el bebé logra coger el colgante de su cuna, nunca más tendrá que volver a pasar por el mismo reto: La próxima vez que quiera cogerlo, lo hará sin más. 

Eso es, en esencia, aprender.


Plasticidad cerebral
El mecanismo es el mismo durante toda tu vida, aunque limitado en ciertos aspectos. Un niño "aprende antes", vale. Es así porque sus conexiones apenas están tendidas y tiene pocas. Por ello, el proceso de ensayo y error, de enfrentarse a cosas nuevas, tiene un enorme poder de transformación de su cerebro: Desechando conexiones y estableciendo con facilidad otras nuevas. Da igual el reto que le pongas a un niño a nivel de aprendizaje: Podrá con él mucho antes que tú.
Según vamos creciendo, hay cada vez más conexiones "inamovibles" y menos neuronas "sueltas" disponibles para crear nuevos puentes. Así que necesitas muchos más ciclos de ensayo y error para poder deshacer una conexión mal hecha, sobre todo si esta es muy utilizada desde antiguo; al igual que para poder establecer nuevos puentes duraderos. 

La creación y destrucción de "puentes" no se detiene nunca
Pero, ¡animo! Los nuevos descubrimientos de los últimos años animan a cualquier persona, da igual su edad, a enfrentarse a lo que sea. Antes se creía que éramos incapaces de regenerar neuronas. Ahora sabemos que esto es posible. Además, este proceso de cambio cerebral, deshaciendo y tendiendo conexiones, no desaparece nunca del todo. Se lo conoce como "plasticidad cerebral" y significa, en esencia, que el cerebro puede CAMBIAR: Literalmente.

De hecho, es posible encontrar cambios fisiológicos, más o menos visibles en la propia exploración cerebral, determinados por algún tipo de aprendizaje o práctica. ¿Ejemplo? Un guitarrista o un pianista tiene las áreas cerebrales donde se controlan los dedos de las manos más desarrolladas que la media. ¿Nacieron con ello? No. La "práctica" ha "moldeado", literalmente, su cerebro, tendiendo más conexiones y, por tanto, "engordando" el cableado en esta zona. Y ahora ya sabes que tú también puedes engrosar el tendido a voluntad.


Cómo aprender
¿Cómo engrosarlo? Aprendiendo. Y ¿cómo aprender? Pues, como el bebé que quería alcanzar el juguete colgado de su cuna, a base de intentarlo, a base de ensayo y error y a base de la reiteración, la consabida "práctica".

Practicar, efectuar una derminada tarea, ya sea física o mental, acabará moldeando la zona del cerebro encargada de afrontar esa labor, creando nuevas conexiones neuronales. He ahí la base científica del "ensayo", del "entrenamiento" o de la "práctica".

Igualmente, olvidar, ya te imaginarás, es lo equivalente a abandonar una práctica, lo que provoca la ausencia de flujo eléctrico neuronal por un determinado circuito que terminará menguando y "soltándose" por "falta de uso";) Lo bueno es que si la conexión había sido suficientemente fuerte, siempre quedará algo y nunca partirás desde cero si quieres recordar algo que hace tiempo sabías hacer.


Aprender imaginando
"¡Qué rollo! Aprender a base de practicar..." Tranquilo;) Los últimos estudios sugieren que se puede aprender incluso imaginándose haciendo algo, sin llegar a hacerlo. El solo hecho de visualizar cómo te enfrentarías a una determinada práctica, establece ya las primeras conexiones neuronales para afrontar la tarea. Así que ya no hay excusa para ponerse y aprender lo que quieras;)


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